1. Comprueba el vehículo
Revisa todos los ángulos (también el interior), en busca de posibles daños. Si encuentras algo, pídele al agente de la compañía de alquiler que lo registre en el contrato.
2. Comprobar el tipo de combustible
Abre la tapa del tanque para ver qué tipo de combustible usa el vehículo. Si no estás seguro de qué tipo de combustible usar, pregúntaselo al agente de la compañía antes de irte de la oficina.
3. Echa un vistazo al salpicadero
En muchos casos la política de combustible es 'lleno/lleno'. En este caso te entregarán el coche con el tanque lleno de combustible lleno y lo deberías devolver también lleno. Gira la llave para comprobar que el tanque está lleno (y que las luces funcionan).
4. Planifique tu ruta
En caso de disponer de GPS, te recomendamos ajustar el idioma antes de salir.
5. Tómate un instante
Una vez que todos los ocupantes hayan abrochado sus cinturones, proceda a ajustar los espejos y los asientos y comprobar los intermitentes.
6. Busca una gasolinera
Al salir de la oficina, te recomendamos localizar la gasolinera más cercana. Te ahorrarás el estrés de última hora para repostar antes de devolver el coche.